Barcelona es una de esas ciudades capaces de enamorar a cualquier persona que tenga la suerte de visitarla. Y no nos referimos solamente a ver sus monumentos y acudir a sus museos, sino a la experiencia de vivirla en su máximo esplendor. Es precisamente la forma de vida que ofrece la ciudad lo que realmente la hace única y que atrae a miles de turistas, empresarios y personas de todo el mundo a buscar residencia en esta preciosa ciudad que rezuma historia y vanguardia por los cuatro costados. El perfecto equilibrio entre tradición y modernidad.
Si alguna vez la has visitado, seguro que mantienes un precioso recuerdo de la ciudad, pero si todavía no la conoces y estás pensando en mudarte a ella, sigue leyendo porque a continuación te traemos algunas de las razones por las que Barcelona es, sin lugar a dudas, una de las mejores ciudades para vivir de toda Europa.
1. Una situación geográfica privilegiada
La ciudad se encuentra en un entorno ideal para disfrutar de unas excelentes vacaciones: a sólo 50 km de Montserrat, la sierra más importante de Cataluña, y rodeada de preciosos pueblos medievales que se encuentran a pocos minutos en tren. Además, quedarás fascinado por la belleza de la Costa Brava, Badalona y Sitges. Por este motivo, no solamente es un lugar ideal para vivir, sino también para invertir. Es posible comprar pisos rehabilitados en Barcelona que mantienen el encanto de la arquitectura de los siglos XIX y XX y sacarles rendimiento como alquiler vacacional.
2. Una gran metrópolis con mar
Las costas catalanas son preciosas, perfectas para pasar un verano increíble. Pero en invierno son incluso más bellas. Perfectas para disfrutar de un buen café o degustando sus exquisitos platos en restaurantes o bares con vistas al mar.
3. La Capital de las mil artes
Es difícil pasear por Barcelona y no encontrarse con alguna obra de arte, ya sea de estilo urbano, gótico, renacentista, cubista o modernista. La ciudad es conocida por albergar obras de artistas tan reconocidos como Miró o Gaudí, pero la propia ciudad es ya una obra de arte en sí misma. Por no hablar de sus preciosos jardines y parques: más de 100 espacios verdes, entre los que destacan el de la Ciudatella, el Parque Güell, el Montseny y el Collserola.
4. Días llenos de sol y espectaculares atardeceres
No todos los países europeos tienen la suerte de tener días de sol en invierno. En Barcelona llueve lo justo, el sol engalana sus calles casi todos los días y la mayor parte de sus atardeceres son impresionantes. Es precisamente esto lo que hace que sus gentes sean muy alegres y que siempre estén organizando «fiestas del barrio», llenas de color, ritmo y gastronomía.
5. Todo tipo de eventos
Barcelona es una ciudad que se caracteriza por contar con una gran variedad de comunidades, colectivos, grupos y locales variados e interesantes. A lo que debemos añadir la influencia internacional de la ciudad. Teatros, mercadillos, conciertos y todo tipo de eventos se dan cita en esta gran ciudad. Es fácil caminar por las calles y encontrarse con conciertos exclusivos o por sorpresa prácticamente en cualquier rincón. Con lo cual, siempre hay mucho por ver y por hacer.
6. Tradiciones catalanas
La comida, las fiestas, el estilo de vida y las tradiciones de esta ciudad la rodean de un halo de magia y hacen que resulte siempre acogedora. Un ejemplo de ello son las fiestas de San Valentín, día de Sant Jordi, los Castellers y la Sardana, celebraciones muy arraigadas en esta región desde hace siglos.
7. Tapas y bebidas
Nadie que pase unos días o viva en esta ciudad puede resistirse a probar unas deliciosas patatas bravas, una rica tortilla, un pan recién horneado con tomates, calamares frescos y gambas acompañadas de un buen cava o una espumante cerveza. Sin duda, una de las mejores costumbres de la Ciudad Condal.